Desde sus orígenes, el teatro inspira el encuentro con lo humano, lo sagrado, con lo ritual, evocando la presencia del misterio.
Es un arte dónde conviven:
✓ Lo transformador, el vaciarse de uno mismo para ser otros.
✓ Lo lúdico, el placer de la celebración, la expresión y el juego.
✓ Lo filosófico, la inteligencia integradora de la comprensión, la elaboración y la reflexión.